Reparto: Frank Langella, Jmaes
Marsden, Liv Tyler, Susan Sanarandon, Peter Sarsgaard, Jeremy Strong, Darío
Barosso, Bonnie Bentley, Jmaes D. Compton
Valoración: 7 / 10
EN
UN LUGAR DE LA MANCHA DE CUYO NOMBRE NO “PUEDO” ACORDARME…
Por Lucía Pérez García con
la ayuda de Miguel de Cervantes Saavedra
…vivía un hidalgo de manos
largas, astuta, aunque olvidadiza mente y robot hablador. Un tazón de cereales
y una botella de leche caducada hacían las veces de desayuno diario, mientras
la casa esperaba en su eterno alboroto a que alguien la limpiara. Tenía un hijo
muy serio y una hija medio hippie con los que se comunicaba a través de
pantallas transparentes manejadas por la voz. Andaba la edad de nuestro hidalgo
por los setenta años. Era de complexión recia y grande, poco madrugador y amigo
del desorden. Su nombre era Frank, ladrón jubilado, y tenía por amigo a un
robot.
Es, pues, de saber, que este
sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año), se
daba a leer libros que sacaba de la biblioteca. Allí había una moza
bibliotecaria de muy buen parecer, llamábase Jennifer, y era su Dulcinea del
Toboso.
La vida le era más o menos grata
hasta que los mozos futuribles decidieron pasar el mundo por un escáner. Así,
rematado ya su juicio y con su amigo robot perfectamente integrado, le pareció
conveniente y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio
de su república, recordar su pasado de ladrón de guante blanco y acabar con los
maléficos planes de sus modernísimos vecinos. Lo primero que hizo fue recuperar
sus herramientas, puestas y olvidadas en un rincón. Entrenó luego a su robot,
cual dócil rocín, al que llegó a convertir en un experto hurtador.
Hechas pues estas prevenciones
no quiso aguardar más tiempo a poner en efecto su pensamiento, apretándole a
ello la falta que él pensaba que hacía en el mundo su tardanza, según eran los
agravios que pensaba deshacer, sinrazones que enmendar, abusos que mejorar y deudas
que satisfacer. Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención y sin que
nadie le viese, se armó de todas sus herramientas, cogió a su robot y salió al
campo con tan grandísimo contento y alborozo de ver con cuanta facilidad había
dado principio a su buen deseo.
Pero no todo iban a ser alegrías
en el caminar de nuestro hidalgo y su robot. Pues el campo está lleno de baches
que la mente humana, cuan natural que es, a veces también imita.
Tuvo a todo el mundo en poco;
Fue el espantajo y el coco
Del mundo en tal coyuntura,
Que acreditó su ventura
Morir cuerdo y vivir loco.
PD: No ha sido otro mi deseo que
poner en alza las pequeñas historias que, quijotescamente contadas y con un
ligero toque de ciencia ficción de la pequeñita, llegan al corazón. Quizás por
eso, por lo pequeñito, pueden colarse más profundo que las grandes
producciones, cuyas tres dimensiones superan el galibo del sentimiento.
Un film simplemente maravillosa con un gran mensaje y un guión muy bien escrito que vale la pena ver. Hace poco la vi a través de películas online y me sigue encantado por ser una película con un gran contenido. Se las recomiendo muchísimo es maravillosa.
ResponderEliminarEs la prueba de que no hace falta un gran presupuesto ni grandes efectos especiales para conseguir una buena película.
ResponderEliminarMuy buena. Bien planteada, entretenida, interesante.
ResponderEliminarInteresante y entretenida, si, eso es.
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