Reparto: Laurent Lafitte, Marina Foïs, Anne Le Ny, Judith El Zein, Michel Vuillermoz, Michaël Abiteboul, Jonathan Louis, Anna Lemarchand, Alexandre Desrousseaux.
Género: Familia, ¿comedia?
Duración: 85 min.
Valoración: 3 / 10.
Por Lucía Pérez García.
Minuto uno y ya me apetece dar una buena paliza a los dos protagonistas. Ni los curiosos planos secuencia ni la buena edición y montaje. Nada me impide sentir un odio tremendo por esos dos individuos que ni papá ni mamá ni nada. Por cada palabra, gesto y pensamiento. No hay gracia alguna en ver como compiten por ver quién maltrata de forma más tremenda a sus hijos. Es imposible encontrar el más mínimo rastro de comedia a una historia que más parece de terror. Donde el exceso y la exageración hasta límites intolerables borran toda opción de crítica a una sociedad donde la familia está cada vez más desestructurada. Donde cada escena es más enervante que la anterior y la siguiente te hierve la sangre de rabia. Donde, y perdón por la expresión, te cagarías en la madre que parió a esos pobres niños, y en el padre que intervino en el proceso.
A la hora de tratar estos temas de familia se puede, y se debe, ser más sutil. Recomiendo al señor director (y a todo el mundo en general) que vea ‘¿Qué hacemos con Maisie?’ (Scott McGehee, David Siegel, 2012) y reflexione. Qué dos formas tan diferentes de tratar el mismo asunto: el tremendismo zafio y desagradable del francés Bourboulon, y el tacto y el cuidado de los americanos Siegel y McGehee. No hay color, como no hay lugar en mi cabeza para guardar el recuerdo antipático y detestable de esta película.
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