CRÍTICA EL CORREDOR DEL LABERINTO: LAS PRUEBAS (2015)

Director: Wes Ball  

Reparto: Dylan O'Brien, Thomas Brodie-Sangster, Kaya Scodelario, Ki Hong Lee, Giancarlo Esposito, Aidan Gillen, Patricia Clarkson, Rosa Salazar, Nathalie Emmanuel, Jacob Lofland, Dexter Darden, Alan Tudyk, Alexander Flores, Gary Hood, Lili Taylor, Barry Pepper.  

Género: Ciencia ficción, distopía, secuela.  

Duración: 131 min.  

Valoración: 2 / 10

SALIMOS DE UN LABERINTO PARA METERNOS EN OTRO PEOR. 

La historia original decae respecto a la primera. Su hermana audiovisual no le llega ni a los talones a una predecesora de por sí bastante regular. Salir del laberinto es lo peor que ha podido pasarle a los clarianos. Lo peor que nos ha podido pasar a nosotros como lectores y como espectadores. Tras los gigantescos muros se escondía más de lo mismo: restos de ciudades destruidas, la naturaleza en todo su poder gobernando un mundo postapocalíptico, decadencia, hambre, enfermedad, confusión y, para rematar, unas criaturas que vienen siendo algo así como muertos vivientes. Nada nuevo. Nada interesante. 

La adaptación es cuestionable. No se siente el calor abrasador de La Quemadura, la sorpresa y la impotencia ante un lugar ahora desconocido, el miedo a la enfermedad y al contagio, la miseria…es un cúmulo de acción sin sentido, sin el menor intento de profundizar. Se omiten elementos y situaciones cuya ausencia resta el poco interés que tiene la trama. Quemar después de leer y hacer mi propia versión. Pensamientos de un Wes Ball que parece no haber descifrado correctamente el laberinto. 

Con semejante panorama solo nos queda contemplar el paisaje. Aunque después de haberlo visto mil veces ya no nos llamen la atención sus efectos digitales. El laberinto, al menos, era algo novedoso.  La verdadera prueba es aguantar la película entera sin aburrirse.