Director: Javier Ruiz Caldera
Reparto: Quim Gutiérrez, Imanol Arias, Berto Romero, Alexandra
Jiménez, Carlos Areces, Rossy de Palma.
Género: Cómic, comedia, acción, espionaje.
Duración: 87 minutos.
Valoración. 7.5 / 10
ANACLETO NUNCA FALLA, RUIZ CALDERA, TAMPOCO.
Por Lucía Pérez García
Se está produciendo una invasión.
Los personajes de los comics se han cansado de ser seres bidimensionales. Ningún
lugar del mundo se salva. Estados Unidos es uno de los focos principales. Cada
día, un nuevo personaje salta de las páginas ilustradas. Las calles están
infectadas de hombres y mujeres en trajes ajustados, con antifaz, y poderes extraordinarios.
Tal es la saturación, que parece acercarse una guerra civil. La población está expectante.
Nadie sabe que puede ocurrir.
A España también han llegado.
Pero de forma diferente. El único poder de nuestros nuevos huéspedes es el de
meter la pata. En lugar de salvar nuestras ciudades, las convierten en un caos.
Se habla de unos tales Mortadelo y Filemón. Unos chiquillos que nada tienen que
envidiar a Daniel el Travieso. Zipi y Zape se hacen llamar…por si no teníamos suficiente,
desde el mismísimo desierto del Gobi, nos llega Anacleto. Sí, el agente
secreto. Y si alzamos la vista un poco más allá, casi podemos ver como se acerca
una capa voladora ¿Superman? No señores, no, Super López ¿Quién da más? Que
tiemble el país, porque nuestros superhéroes han llegado para quedarse.
Este tipo de invasiones es un
fenómeno curioso. Allá por las Américas es un fenómeno mundial que acapara
millones y millones de fans. Acá por las Iberias es un cachondeo. A veces en el
peor sentido de la palabra. Otras, en el mejor sentido…del humor. Cuando los
personajes de la Editorial Bruguera –nuestro Marvel-DC particular- mantienen la
forma ilustrada, consiguen mantener elevado su caché. Véase Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo
(Javier Fesser, 2014). Pero cuando se
reencarnan, la cosa cambia. Zipi y Zape lo intentaron montando un club, pero
las canicas están algo desfasadas. Todo parecía perdido. La tercera dimensión
era una utopia. Nuestros antiheroes necesitaban un héroe que los rescatase.
Entonces, llegó Javier Ruiz Caldera.
Con el antecedente claro de Tres Bodas de Más (2013), en tono,
reparto y casi se podría decir que resultado, el cómic de Vázquez da un salto –triple
mortal- más que digno a la pantalla. Quizás no es aquel que recordamos, pero es
el futuro que desearíamos para él. Y, sobre todo, la sucesión ideal que se
merece. Cuesta un ratillo asimilar a Imanol Arias a lo James Bond. Pero no
cuesta nada en absoluto ver a Quim Gutiérrez como el hijo del agente secreto más
sediento del desierto del Gobi. Por eso, cuando la pareja se une, la película
se “dispara” hacia delante.
Parodia, al fin y al cabo (como
el mismo cómic), llena de acción de la que no satura, porque se confunde con la
comedia. Y unos secundarios, como siempre en la filmografía del director, tan
grandes como los protagonistas, entre los que Berto y Rossy se llevan el “Romero”
y la “Palma”.
Se pasa tan rápido como aquellas
pequeñas historietas del Gente Menuda de los 90.
Próximamente en De Fan A Fan: BSO de Anacleto.
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