Reparto: Adam Sandler, Method Man, Ellen Barkin, Melonie Diaz, Dan Stevens, Fritz
Weaver, Yul Vazquez, Steve Buscemi, Dustin Hoffman.
Valoración: 4.5 / 10
Por Lucía Pérez García
¿Dónde está la magia? ¿Enredada
en los cordones? ¿Escondida bajo el betún? ¿Pisoteada cual caca de perro bajo la
suela? Esté donde esté, seguro que está en los zapatos, porque la
única magia que tienen los pies que los calzan es la de espantarnos con su
creciente olor a rancio. Si al principio nos sentimos como un niño con zapatos
nuevos y disfrutamosa lo grande de cada paso, los kilómetros van haciendo de las suyas.
Empiezan a proliferar las ampollas y rozaduras, y empieza a crecer el deseo de salir
corriendo descalzo sin esperar el final. Un final que, por otra parte, ya venía
escrito con letras grandes en la entrada de la zapatería.
Ni las apariciones estelares de Dustin Hoffman y Steve Buscemi, ni el guapo, -y desperdiciado- de Dans Stevens, ni la aceptable actuación d Sandler, ni -y esto si que es una pena- la magnífica idea inicial, consiguen mantener el brillo de un guión acabado a fuerza de calzador y rematado con adornos insulsos. Y es que es dificil mantener el ritmo con unas zapatillas que no tienen un número definido: ni son de niño, ni son de adulto.
En fin, 'Con la Magia en los Zapatos' tiene menos magia que una caja de Magia Borrás. Aunque, como aquella, no le faltan ilusión y buenas intenciones. Pudo ser un gran truco, pero se quedó por el camino. Los zapatos no aguantaron el peso del caminar.
Ni las apariciones estelares de Dustin Hoffman y Steve Buscemi, ni el guapo, -y desperdiciado- de Dans Stevens, ni la aceptable actuación d Sandler, ni -y esto si que es una pena- la magnífica idea inicial, consiguen mantener el brillo de un guión acabado a fuerza de calzador y rematado con adornos insulsos. Y es que es dificil mantener el ritmo con unas zapatillas que no tienen un número definido: ni son de niño, ni son de adulto.
En fin, 'Con la Magia en los Zapatos' tiene menos magia que una caja de Magia Borrás. Aunque, como aquella, no le faltan ilusión y buenas intenciones. Pudo ser un gran truco, pero se quedó por el camino. Los zapatos no aguantaron el peso del caminar.
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