CINCUENTA SOMBRAS DE GREY, “FIFTY SHADES OF GREY” (2014) SAM TAYLOR
JOHNSON
Reparto: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Max
Martini, Eloise Mumford, Luke Grimes, Marcia Gay Harden, Jennifer Ehle, Rita
Ora, Andrew Airlie, Victor Rasuk, Callum Keith Rennie, Anthony Konechny, Dylan
Neal, Emily Fonda, Jason Cermak.
Valoración: 6.5 / 10
VAINILLA CON UN POQUITO DE CHOCOLATE
Por Lucía Pérez García
Dakota Johnson ha dejado salir a
la diosa que lleva dentro. Esa diosa que se pasa cientos de páginas bailando, haciendo
piruetas, pintándose los labios y hasta tirándose en paracaídas si hace falta,
y que ahora resulta que también actúa. Se muerde el labio, pone los ojos en
blanco y seduce dejándose seducir. Las diosas interiores del mundo están
celebración en sus propios cuartos de juego.
Y por eso mismo, porque las
diosas han completado el aforo de esas habitaciones especiales, Jamie Dornan no
ha podido utilizar todos sus juguetes y herramientas con soltura. Guapo hasta
gritar a los cuatro vientos la palabra de seguridad. Elegante de pies a cabeza,
de mobiliario a vestimenta; con corbata o sin ella, en traje de chaqueta y en
chándal, en pijama…y sin él. Pero para ser un buen amo no basta con la
presencia. Hay que ser intenso. No vale la seriedad y alguna que otra mirada
interesante sino hay soltura en ellas. Hay que dejar salir...el equivalente
masculino a la diosa que su compañera de reparto lleva dentro. Y es que los
dioses de la historia, empezando por Zeus, el conquistador lanzador de rayos, y
acabando por Ares, el mismísimo y violento dios de la guerra; siempre han
tenido una divinidad femenina un peldaño por encima detrás de su activa vida
sexual, llámese ésta Afrodita o Hera. Llámese en este caso, Dakota Johnson.
Tanto monta, pero no monta tanto.
Lo que si está bien montado,
aunque no tanto, es la adaptación del papel al cine. Adiós a las coletillas tan insistentemente recurrentes
del libro impreso. Adiós a las interminables y super gráficamente descriptivas
escenas de sexo. Bienvenida sea la intrigante historia de Ana y Christian. Bienvenida
sea la insinuación. Sam Taylor Johnson ha quemado las páginas más ardientes
para que las escribamos nosotros, aunque se ha dejado un tocho demasiado gordo
para el final…pero ahí está todo. Quien no quiera verlo, que se ponga un
antifaz y siga las instrucciones del señor Grey.
Y aun con el antifaz puesto,
Danny Elfman se hace ver. Su timbre inconfundible es el contrapunto extraño a
tanta sugestión. Su música funciona tanto en las sombras más oscuras como el la
luz más brillante. Pero lo que no sabíamos es que también puede adquirir un
tono rojo pasión, aunque quizás un poco desubicado. Y es entonces cuando se
entromete la música comercial. Menos mal que está Thomas Tallis para llevarnos
a lo más alto del…
…pues eso, que quien allá leído los
libros estará deseando que se abran las puertas del ascensor. Y quien no, a lo
mejor prefiere que el ascensor se quede bloqueado y encierre para siempre a los
protagonistas.
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