Reparto: Viggo Mortensen, Kirsten
Dunst, Oscar Isaac, David Warshofsky, Daisy Bevan, Aleifer Prometheus, Yigit
Özsener, Nikos Mavrakis, Socrates Alafouzos, Ozan Tas.
Valoración: 3 sobre 5
CINE CLÁSICO EN EL SIGLO XXI
Por Lucía
Pérez García
Vestidos color mármol, como dos columnas de un templo,
Chester (Viggo Mortensen) y Colette (Kirsten Dunst) pasean por la Acrópolis de
Atenas. Camuflados con el paisaje y camuflados de sí mismos. Las ruinas de una
cultura que fue el culmen y la ruina que trae consigo una vida de lujo
conseguida a base de estafas y negocios sucios. Restos de un pasado que no deja
de derrumbarse.
Observando de cerca, Rydal (Oscar Isaac) intuye una
presencia. En su vida también hay ruinas. El recuerdo de un padre fallecido con
el que no supo lidiar y al que no despidió en la tumba. Un pasado que se
derrumba y que pretende restaurar piedra a piedra a través de Chester y
Colette: la sombra exacta de su padre y la sombra de un amor que amenaza con la
ruina.
Todo transcurre “a pleno sol”. La luz amarilla iguala los
colores, fundiendo a los personajes con el entorno. Al fin y al cabo, son lo
mismo: vestigios, desolación, decadencia. El calor y la tensión se reflejan en
los cuerpos sudorosos: secretos, mentiras, culpabilidad. Hay dinero, países extranjeros,
falsas identidades, muertes…pero Patricia Highsmith no quiso regalarle a estos
personajes el talento de Mr. Ripley. Su talento es otro. Menos visible, más
profundo y, por ello, menos llamativo. La clave está en el arrepentimiento y la
redención. Cerrar un círculo que se había roto.
Hossein Amini mira al pasado y se saca de la manga una
película al más puro estilo del Hollywood clásico: la perfecta ambientación en
los años sesenta, el enfoque de la historia, la profundidad de campo casi
inexistente, los primeros planos (quizás algo abusivos), el contraste de luces,
cierto aire Hitchcock y una música con recuerdos herrmannianos y sabor a sirtaki. Cine clásico de suspense
con actores (que dan la talla) y recursos del siglo XXI.
Ni es el mejor libro de Patricia Higsmith ni es una película
para pasar a la historia. Con competidoras de la talla de Extraños en un Tren, A Pleno
Sol o El Talento de Mr. Ripley,
es difícil destacar. Aun así, y obviando el exceso de influencias, es una adaptación
digna y un meritorio debut en la dirección para el que fuera guionista de la
excelente e inquietante Drive.
No hay comentarios:
Publicar un comentario