domingo, 3 de diciembre de 2017

# animación # aventuras

CRÍTICA DE COCO (2017)

RECUERDA
Por Lucía Pérez García


Lo que empieza siendo un repetitivo “Tu puedes” “Sigue tu camino (que, por supuesto, es la música)”, acaba siendo un bonito: “No te olvides”. Tú puedes, continua el camino y no olvides mirar atrás de vez en cuando, para recordar de dónde vienes. Los nombres se esfuman, e incluso se intercambian. Las piedras se erosionan y sustituyen. Las fotos se borran. Y los muertos…son muertos y nada más. Pero Coco, Miguel y Héctor tienen un secreto que te hará llorar, de recuerdo.

Ni de risa, ni de tristeza, ni de felicidad. De recuerdo. No son los ojos, sobresaturados de colores mexicanos y algunas criaturas ligeramente horteras –aunque sobrecogidos por una animación inmensa-. Tampoco la nariz, si no te gusta el olor espeso del maíz, ni el gusto de los tamales. El oído… espera al final, y recuerda esto.


Haz memoria. Cuando las aspiradoras barrían las bolas de los recuerdos inútiles ante la indignación de nuestro amigo imaginario en Del Revés. Cuando él mismo, al crecer, caía en el olvido, pero más allá de la pantalla el tuyo volvía a renacer. Cuando todos pensábamos que Dory no tenía padres y apareció una concha. Cuando pensábamos que el balleno era un idioma inventado y volvimos a hablar con nuestra amiga de cañería. Cuando Andy creció y todos quisimos jugar con sus juguetes para vivir nuestra propia Toy Story. Cuando recordaste y el placer de recordar trajo algo a la vida. Y lloraste, de recuerdo. Porque si de algo sabe Disney Pixar es de hacernos recordar, llorar y vivir.


No importa el doblaje en latino: 1. Porque estamos en México; 2. Porque es Gael García Bernal; y 3. Porque nos hace recordar el primer Disney -cuando la Sirenita se peinaba con un cachivache en vez de con un artilugio-. No importa que no seas aficionado a la ranchera: 1. Porque estamos en México; 2. Porque detrás está Michael Giachino; y 3. Porque la canción “Recuerdamé” seguramente gane el Oscar. Importa, un poquito, que no seamos mexicanos: 1. Porque estamos en México; 2. Porque no entendemos algunos chistes ni cameos; y 3. Frida Kalho es la excepción. Ella misma. Porque ella lo vale. Y porque solo ella puede hacer llorar a un cactus en llamas del que brotan miles de criaturillas cejijuntas –y aquí recordamos el gag abstracto de Del Revés, otro grato recuerdo marca Pixar-.

Nada importa demasiado cuando lo importante es recordar. Y Coco, más que ser recordada por ella misma, lo será por recordarnos tantos recuerdos que teníamos olvidados y que ya nunca más caerán en el olvido. Ahora, puedes llorar.

Valoración: 8 / 10


COCO (2017)
Director: Lee Unkrich y Adrián Molina
Género: Animación, aventuras, comedia, familia.
Duración: 109 min.

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