Por Lucía Pérez García
"Dentro del formato llamado ‘Blockbuster’,
que por lo general supone una sublimación de la sensibilidad a la acción y la
aventura, Metro-Goldwyn-Mayer y William Wyler han conseguido diseñar un drama
humano extraordinariamente inteligente y fascinante en la nueva producción de "Ben-Hur"
[…] es, de lejos, la más respetable y emocionante película bíblica hecha jamás”.
Así habló Bosley Crowther, nuestro corresponsal en Los Ángeles de los 50-60, de
Ben Hur, la gran película que se adelantó
a su tiempo: remake, blockbuster, efectos especiales impresionantes, acción,
más acción, un poquito más aún, aventuras e incluso sangre, y 11 Oscars, los
mismos que Titanic y El Señor de los Anillos: el Retorno del Rey.
Lo de reebot lo dejamos para la próxima versión de Timur Bekmambetov.
Otro libro, el de Lewis Wallace,
que leí con tanto entusiasmo que casi me quedo ciega. De páginas tan amarillas
como el poster de la película. Olor a polvo de circo romano. Tacto arenoso como
los paisajes de Jerusalén. Hojas rotas como lateja que cayó de aquella terraza.
Viejo como los Reyes Magos que introducen la historia. Letras que corrían como las
cuadrigas de Mesala tras el incombustible hijo de Hur. Un libro como debe ser
del que solo podía salir una película estratosférica.
William Wyler es uno de esos
directores más grandes que su propia obra: La
Loba (1941), La Señora Miniver (1943), Los Mejores Años de Nuestra Vida (1946),
La Hereder (1949), La Gran Prueba (1956), Horizontes de Grandeza (1958), La Calumnia (1961)…Ben Hur. Cuentan que cuando Chalton Heston quiso cambiar unos diálogos
de uno de los grandes westerns por excelencia, Wyler dejó en la silla de
director un cuaderno con todos estos títulos. Las frases, por su puesto,
siguieron como estaban. Aquel que se ha adueñado de la imagen de Moisés y el
Cid no fue capaz de decir una palabra más. ¿La vamos a decir nosotros?
Ben Hur lo tiene prácticamente todo para darse un empacho de cine y
quedarse con ganas de más. Wyler, que había trabajado en el rodaje de la
versión de Fred Niblo de 1926, sabía bien a lo que se enfrentaba: a todo
imperio romano como nunca antes lo habían visto ni Griffith ni DeMille. No es
solo la espectacularidad de las galeras y las carreras, los increíbles escenarios,
la música de Miklós Rózsa o el impactante silencio que nos regala en la
secuencia de la carrera… es la veracidad de los detalles desde el punto de
vista histórico y artístico, y es, sobre todo, la profundidad de una historia
de amistad truncada, el respeto y la emoción con la que son tratados los
asuntos de Dios. Un Dios sin rostro que se ve en los ojos que observan y en las
almas que sienten, en esa obra de misericordia que es dar de beber al sediento.
Tal es la pasión que genera esta
historia, que Wyler no pudo esperar a terminar la última escena de Horizontes de Grandeza para salir
pitando a Roma. Nosotros solo tenemos que esperar a que llegue otra Semana
Santa para poder volver a verla. Aunque… ¿Por qué esperar tanto?
Valoración: 8.5 / 10
BEN HUR (1959)
Director: William Wyler.
Reparto: Charlton Heston, Jack Hawkins,
Stephen Boyd, Haya Harareet, Hugh Griffith, Martha Scott, Cathy O'Donnell, Sam
Jaffe, Frank Thring, Terence Longdon, George Relph, André Morell, Finlay Currie.
Género: Drama, aventuras, histórico, religión.
Duración: 211 min.
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