lunes, 16 de febrero de 2015

# drama # hecho real

CRÍTICA SELMA (2014)



SELMA (2014) AVA DUVERNAY

Reparto:   David Oyelowo, Tom Wilkinson, Tim Roth, Giovanni Ribisi, Cuba Gooding Jr., Common, Carmen Ejogo, Lorraine Toussaint, André Holland, Alessandro Nivola, Oprah Winfrey, Dylan Baker, Tessa Thompson.



Valoración: 6 / 10



BLACK IS THE NEW WHITE

Por Lucía Pérez García



La historia de Estados Unidos es en blanco y negro: desde la abolición de la esclavitud, a la defensa de los derechos civiles; desde la música, hasta el cine. Y es éste último, precisamente, el que se encarga de darla a conocer, ya sea tiñendo a algunos de los personajes más conocidos (véanse algunos superhéroes o la nueva Annie) o contando las aventuras y desventuras de sus líderes, hermanos y personajes más queridos. El año pasado fueron ‘El Mayordomo’ (Lee Daniels, 2013), ‘Mandela: del Mito al Hombre’ (Justin Chadwick, 2013) y la polémica ’12 Años de Esclavitud’ (Steve McQueen, 2013). Este año es  ‘Selma’ la encargada de alzar la voz, y lo hace con todos los medios posibles para pintar de color chocolate los corazones de público, crítica y académicos: el drama, la violencia y la intolerancia del bando contrario, las víctimas inocentes y la resistencia pacífica de un pueblo que, pese al dolor, no se rinde.




Pero el inconveniente principal de ‘Selma’, que en sus compañeras no era tan evidente, es la falta de equilibrio entre lo personal y lo social, entre el problema y sus causas. No vemos el germen de los motivos que justifican la lucha. No hay rastro del camino seguido hasta llegar allí, a ese justo momento. No existe Martin Luther King como hombre con motivaciones y sentimientos particulares. Solo hay lugar para discursos, marchas y oraciones; marchas, discursos y canciones; marchas y discursos; más discursos y más marchas.




Ni la agradable fotografía del tono de la piel de sus protagonistas, ni la estupenda ambientación artística, histórica y musical, ni el reparto medio coral con conocidos sufridores como David Oyelowo, Cuba Gooding Jr y al siempre trágica Oprah Winfrey consiguen esa mezcla gris que todos andan buscando. Lo que sí han conseguido de nuevo, es hacer un poco más negras las nominaciones. Otra cosa es que los votos, en la recta final, sean en blanco.



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