Reparto:
Jake
Gyllenhaal, Mélanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rossellini, Jane Moffat, Tim
Post,Laurie Murdoch, Darryl Dinn.
Valoración: 3.5 sobre 5
SENTIDO ARÁCNIDO
Por Lucía Pérez García
En el libro de Saramago no encontré ninguna araña. Aun no
estaba tan viejo como para convertirse en morada de bichos insaciables de
polvo, papel y letras. Tampoco encontré esa soledad exasperante, ese tono entre
lo ácido y la desesperación. La música que salía de sus páginas no era tan
penetrante. Y el protagonista, en lugar de Adam, se llamaba Tertuliano.
Intrigante de principio a fin, lo más extraño que encontré fue el estilo del
escritor. No contaba con la astucia de Villaneuve…ni con su sentido arácnido.
Enemy es una de
esas películas que te hacen pensar hasta retorcerte el cerebro. De las que
habría que ver no dos, sino tres o cuatro veces e incluso entonces se nos
escaparían detalles. La confusión entre los dos Jakes Gygenhaal es tan confusa
como ella misma, aun siendo los dos personajes tan distintos: Adam Bell,
profesor de historia, apocado, de expresión agobiada y andares cansinos y
encorvados; y Anthony Claire, actor, sexualmente más que activo, descarado,
atrevido y con gran confianza en sí mismo. En ocasiones es difícil saber quien
tenemos delante. Una palabra los delata, un giño. He aquí uno de los logros del
director y, por supuesto, del actor, un Gyllenhaal cercano al de Donnie Darko, Zodiac, Brokeback Mountain y
Prisioneros. Quizás es un poco una mezcla de todos: desesperado,
introspectivo, dramático, inteligente…
Esa confusión se incrementa con la atmósfera de tensión
que domina el filme. Toronto parece una ciudad a punto de quebrarse. Sin llegar
a lo apocalíptico, roza el límite de la soledad y el abandono. Las percusiones
se alargan en el tiempo como un eco destructor y los violines chirriantes
exaltan los nervios. Todo es como de un tono ácido y depresivo.Es una ciudad
que supera al protagonista y lo envuelve más si cabe en un círculo del que es
imposible salir.
Y es entonces cuando nos asaltan las arañas. ¿Por qué? La
araña es una constante a lo largo de toda la película. Donde menos te lo
esperas, aparecen esas ocho patas o esas fauces horripilantes. Donde menos te
lo esperas…no coment. La araña es un animal de múltiples significados. Puede
simbolizar lugares inhóspitos y solitarios, poco dados al desarrollo de la
vida, como el Toronto que nos presenta Villaneuve. Lugares que te atrapan y de
los que no puedes salir, como una tela de araña, como la situación que han creado
Adam y su doble. A la vez puede ser símbolo de vida. La fertilidad asociada al
sexo puede relacionarse con Antonhy y su mujer embarazada. Y de muerte. Pocos
animales tan venosos y letales. La muerte también está muy presente en esta
historia. En fin, múltiples lecturas que pueden aplicarse a múltiples
situaciones, pero que nunca terminan de quedar claras.
Al final, como en Prisioneros,
lo único que pasa por tu mente es un ¿En serio? No me puedes dejar así. Si
quieres saber como acaba, no tienes más remedio que acudir a El Hombre Duplicado de Saramago.
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