Animación
Valoración: 8 / 10
QUIERO SER ARTISTA
Por Lucía
Pérez García
Unos pocos trazos nerviosos, insinuados. Acuarela. Una
paleta de colores uniformes y apagados. Directo del pincel a la pantalla. La
misma mano impulsa al dibujo. Como si no existiera la palabra digital. El 3D queda desfasado ante la demostración de
que lo tradicional nunca muere. Y el arte tampoco.
En un mundo de ratones dentistas y osos emprendedores,
Ernest, un oso poeta y teatrero que no quiere ser notario, y Celestine, una
ratita pintora obligada a ser dentista; están destinados a encontrarse. Porque
lo raro se atrae. Sobre todo cuando nadie lo entiende. Juntos consiguen hacer
realidad sus sueños y dejar los sueños de otros para eso, para los otros.
Aunque no sin ciertas reticencias por parte de la comunidad osezna y ratonil,
que vive en su propio antiguo régimen animal; un régimen que quedará abolido
por la revolución francesa de estos dos amigos bohemios de acento galo.
Y de fondo, una musiquilla de cuerdas melancólicas y
vientos afrancesados. Melodías que hacen de este mundo de tonos entre lo tostado y el pastel un lugar como de sueño. Porque los sueños nunca son nítidos
y tienen contornos difusos, pero expresan más que la realidad megapixelada. Y
los cuentos salen de la misma fábrica que los sueños.
Desde ahora, el ratoncito Pérez me es algo más familiar
(y no solo por el apellido).
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