Reparto: Charlie Hunnam, Ron Perlman, Katey Sagal, Mark Boone Junior, Kim Coates,
Tommy Flanagan, Mitch Pileggi, Theo Rossi, Ryan Hurst, William Lucking, Dayton
Callie, Johnny Lewis, David Labrava, Taylor Sheridan, Ally Walker, Winter Ave
Zoli, McNally Sagal, Titus Welliver, Adam Arkin, Paula Malcomson, Hal Holbrook.
1ª-6ª temporadas
(79 episodios de 45-60 min.)
Valoración: 9 / 10
EN EL NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL CLUB
Por Lucía
Pérez García
Tan simple como la historia de un club de moteros y tan
complicada como la vida de sus miembros. Tan típico como las Harley Davison,
las chupas de cuero y los tatuajes; y tan diferente como el escudo del club: la
muerte sosteniendo en una mano una mezcla de fusil y guadaña ensangrentada y en
la otra una bola con la letra A de anarquía. Así es SAMCRO (Sons of Anarchy
Motorcycle Club Redwood Original) y así es Hijos
de la anarquía.
SAMCRO es un club de moteros fundado por nueve ex
combatientes de la guerra de Vietnam, cuya sede se encuentra en un taller de
mecánica de Charming, un pueblo ficticio de California. Al morir su presidente,
John Teller, le sucede en el cargo su compañero Clay Morrow (Ron Perlman), el
cual se casa con la mujer del fallecido, Gemma Teller (Katey Sagal). El hijo de
Gemma y John, Jax Teller (Charlie Hunnam), vicepresidente y heredero del mando,
tras encontrar un diario escrito por su padre, se empieza a cuestionar los
objetivos y la ética del club (se dedican al tráfico de armas, tienen
relaciones con el IRA y otros grupos…), y es entonces cuando todo empieza a dar
giros y más giros inesperados y a tomar rumbos bastante cuestionables a pesar
de las buenas intenciones del protagonista.
Sin embargo, lo más interesante de la serie no es el
argumento principal, sino las numerosas subtramas que van surgiendo con cada
personaje. Todos, y son muchos (miembros del club, integrantes de otros grupos,
policías, madres, novias, ex novias, mujeres, actrices de cine X, políticos,
abogados, etc…), tienen una historia que contar, que se conecta a su vez con el
resto de historias. Cada personaje es más complejo que el anterior y está mejor
construido. Algunos están ahí siempre y otros tienen una aparición fugaz, pero
todos dejan una huella indeleble en la vida de los demás, y en la nuestra.
Dentro de estas historias secundarias sobresalen las
protagonizadas por las mujeres. Son minoría, pero se hacen notar. Aunque es un
club masculino, la que realmente lleva los pantalones (en este caso la chupa)
es Gemma, una verdadera matriarca. Ella mueve los hilos a su antojo y guarda
secretos inconfesables. Se mueve entre madraza y arpía. Nunca sabemos cómo es
realmente. Después de ella, las dos mujeres que más dan que hablar son Tara (Maggiue
Siff), novia de Jax, y Wendy, ex novia drogadicta de éste y madre de su hijo
Abel. Pero será sobre todo la primera la que dé lugar a las situaciones más increíbles
y sorprendentes. Su personaje va evolucionando desde la inocencia hasta la
locura y la corrupción, lo cual se puede ir apreciando incluso en su apariencia
física. Su relación con Gemma será uno de los puntos culminantes de la sexta
temporada. Otras mujeres cuya presencia, y ausencia, será imprescindible para
el desarrollo de los acontecimientos serán Donna, mujer del mejor amigo de Jax, Oppie; o
la agente June Stahl (Allie Walker).
Otro de los puntos fuertes de Hijos de la anarquía es la música, con canciones de the Forest Rangers, Paul Brady, Curtis Stigers
o Audra Mae. Destaca sobre todo This life,
de Curtis Stigers & the Forest Rangers, que es la encargada de abrir la
serie y que sonará diferente en la tercera temporada, con un ritmo muy curioso
acorde con los acontecimientos pertinentes.
Hay muchísimo más que contar, pero es mejor verlo por uno
mismo. Junto con Breaking Bad, creo
que es lo mejor de la temporada en series. La sexta temporada aún no se ha
emitido en España, pero es difícil no caer en la tentación de la versión
original. Y después de un último capítulo increíble de 80 minutos de duración, era
de esperar una séptima. No sé si podré aguantar la intriga…
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