FROZEN:
EL REINO DE HIELO (2013), CHRIS BUCK Y JENNIFER LEE
Animación
Valoración: 8.5 / 10
Y EL SOL VOLVIÓ A BRILLAR EN DISNEY
Por Lucía
Pérez García
Erase una vez el mundo Disney sumido en un invierno eterno.
Solo hielo y frio, mucho frio. La bella durmiente había decidido hibernar para
siempre. Ariel había quedado atrapada bajo los glaciares y los resfriados
habían acabado con su bonita voz. Aladdin había tenido que dejar aparcada la
alfombra mágica porque las corrientes del polo norte le impedían planear, y su
mundo ya no era tan ideal. Bella tenía tantos sabañones en las manos, las
orejas y la nariz que había perdido parte de su nombre; ahora era solo del
montón. La sabana había quedado convertida en una tundra y Simba había tenido
que renunciar al trono, porque estaba demasiado frío para sentarse. Disney
estaba criogenizado.
Pero en este mundo de cero grados aun sobrevivían algunas
criaturas. Éstas estaban preparadas contra el frío, el hielo, la nieve y las
tempestades. Tenían una fuerte carrocería, climatización de serie y llevaban
siempre una par de cadenas de repuesto en el maletero. Eran conocidos como
Cars, y habían dominado el mundo. En un principio nadie parecía lamentarse, el
problema surgió cuando estos empezaron a evolucionar: coches, montacargas,
camiones, aviones…la polución cubrió los cielos poco a poco y el ruido de los
motores era lo único que se escuchaba, en un eco que parecía no tener fin…
Todos habían perdido la esperanza. Todos, excepto un pequeño grupo de
pintorescos personajes que había tomado la firme decisión de devolver el verano
al mundo Disney. Nada de vehículos motorizados, nada de héroes de tres al cuarto que en su falsa
modestia quieren ser lo que no son, nada de secundarios insulsos. El calor
achicharraría los motores y desconcharía la pintura de aquellos seres odiosos.
El sol volvería a brillar y los árboles crecerían tanto como una planta de
habichuelas mágicas, llevándose con ellos los malos humos del combustible y la
contaminación ambiental.
Y así fue. Este grupo formado por la valiente princesa
Anna, el intrépido Kristoff, su reno Sven y una pequeña versión de Mr Potato
convertido muñeco de nieve; se lanzaron a la aventura para devolvernos aquello
que la mecánica nos había robado, y lo consiguieron. De nuevo Disney empezó a brillar. Se
volvieron a escuchar canciones, volvieron los cuentos, las princesas, los
castillos encantados; los secundarios volvieron a hacerse primarios, niños y
mayores volvieron a sonreír, el mundo fue de nuevo feliz, es más, fue feliz en
sus tres dimensiones, que ya es decir: paisajes fabulosos, personajes sin
ningún tipo de empalagosidad e historias que mezclan la tradición más
entrañable con la más feliz actualidad (y recuerdos de Enredados).
Al ver esto, la Bella durmiente despertó de su letargo,
Ariel recuperó el movimiento de su cola, Aladdin voló de nuevo en su alfombra,
Bella estaba más guapa que nunca y Simba volvió a reinar sobre todo aquello
hasta donde alcanza la luz.
En un otoñó tan frío como este, un abrazo bien calentito,
aunque este venga de un muñeco de nieve, es como el mejor regalo anticipado de
Navidad. Ojalá el verano de Disney sea eterno. Ojalá un verano hasta el
infinito y más allá.
Me encanta como lo has contado,es fantástico y ahora estoy ansioso por ver "Frozen".Jaja
ResponderEliminarjajaja =D me alegro un montón de que te haya gustado. A mi aun me dura la felicidad de la doble sesión de ayer, y hoy he pasado menos frío. Me encanta Disney cuando es Disney. =D
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