Reparto: Ashton Kutcher, Dermot Mulroney, Josh Gad, Matthew Modine, James Woods, Amanda Crew, J.K. Simmons, Lesley Ann Warren, Jeremy Shada, Lukas Haas, Ron Eldard, Ronnie Gene Blevins, Ahna O'Reilly
Valoración: 3 sobre 5
POR LA GRACIA DE JOBS
Por Lucía Pérez García
En la era del wash-up, de las tablets y de los ipods, los habitantes del planeta tierra vivían cada vez más solos y adoraban a un dios de nombre Jobs, el cual les proporcionaba toda la tecnología que les era necesaria para sobrevivir en la sociedad moderna.
El mito, como aquella desfasada historia de Adán y Eva, comenzó, en 1977, con una manzana. Una manzana que tiene el poder de hipnotizar a todo aquel que la muerde y que se vende a miles de millones de dólares el kilo. Y, aun así, el mundo entero ha caído en la tentación. El mundo entero se ha rendido al genio de Steve Jobs.
Si Jesucristo resucitó al tercer día, Jobs lo ha hecho dieciocho meses después de su muerte. Y como no podía ser de otra forma, lo ha hecho por medio de la tecnología, en forma de cine. Ni rompimientos de gloria ni coros de querubines, a Jobs no le van las cosas complicadas. Solo hace falta sentarse delante de la pantalla para reconocerlo, no al partir el pan, sino al crujir de las palomitas.
Millones de seguidores esperaban un biopic de su salvador (y digo salvador porque, aunque suene triste, poca gente puede sobrevivir hoy sin estos cacharros), y no se ha hecho esperar demasiado. En un momento donde las películas biográficas parecen estar a la orden del día (El quito poder, Rush, Diana, Grace of Monaco, Saving Mr. Banks…), Jobs toma la delantera y se coloca, al menos en España, como la primera en salir a la palestra. Los más expertos, porque la religión de Jobs también tiene su teólogos, quizás la encuentren algo sosa, pero para el público no iniciado puede resultar una película entretenida, incluso para aquellos que, como yo, sean del bando tradicional. Yo no entiendo de Apple, ni de Macintosh, ni de softwares, ni hardwares ni nada de eso, pero pasé un buen rato viendo la película, y escuchando las canciones, que parece ser que son de los grupos que le gustaban a Jobs.
No nos bombardean con términos informáticos, ni con charlas técnicas ni teóricas. La historia transcurre entre 1971 y 1991, y nos cuenta los inicios de Jobs, desde la creación de Apple hasta el lanzamiento del ipod, vista en flash back y de una forma bastante familiar, con anécdotas de su juventud, sus problemas con las mujeres, la relación con sus amigos y con los distintos personajes que se van cruzando en su vida y en sus proyectos, etc…aunque enfatizan demasiado la personalidad del protagonista.
Una de las cosas más impactantes es la caracterización, al menos física, de los actores. En los créditos finales podemos compararlos con los protagonistas reales y la verdad es que guardan un enorme parecido. Se ha hablado mucho de Aston Kusher, pero el resto del reparto también debe haber trabajado bastante para captar la personalidad de sus personajes. Quizás haya algún que otro detalle un tanto caricaturesco, como los andares de Jobs, pero después de haber visto como se cargaban a Hitchcock este invierno, estos pequeños fallos son perdonables.
Ahora se algo más de este hombre emprendedor que quería traspasar las fronteras del arte y la tecnología o, mejor dicho, superar los límites de la tecnología y acercarla un poco más al arte.
Solamente, y para terminar, me gustaría decir una cosa: GRACIAS STEVE JOBS POR REGALARNOS DISNEY PIXAR. ¡HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ!
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