Valoración: 9 / 10
BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUH-ENÍSIMA!
Por
Lucía Pérez García
Es
la segunda vez que me pasaba. A la misma hora. Sobre las tres de la madrugada.
De repente escucho un crujido. Seguidamente, un pequeño resplandor. Luego unos
golpecitos. Como gotitas de agua cayendo en la alfombra desde una gotera. Entonces
cierro los ojos muy fuerte. Me tapo los oídos e intento quedarme dormida de
nuevo. Pero ya no puedo. Cuando por fin amanece tengo unas ojeras enormes. Reviso
cada rincón de mi habitación, pero no encuentro nada extraño. Solamente uno de
mis peluches parece haber querido meterse en el armario y haber caído en el
intento. Será el viento…
Genial José Mota |
De
esto hace ya un tiempo. No me había vuelto a ocurrir desde entonces. Pero la
otra noche de nuevo escuché el crujido. Ya sabía lo que venía después así que
en lugar de quedarme pasmada debajo de las sábanas me metí debajo de la cama y
observé. Ahí estaba otra vez ese resplandor. Los pasitos como gotas de agua. A
punto estaba de volver a cerrar los ojos de miedo cuando veo unas pezuñas
azules, peludas y gigantescas a los pies de mi cama. Me acurruco al otro lado y
espero a que se vaya. Pero parece que la criatura tiene una paciencia tan
grande como sus apéndices. Se sienta en la cama y el colchón de hunde, Yo me
quedo aplastada contra el suelo. Se me escapa un quejido pequeñín. El bicho se
levanta de un salto, y en menos de un segundo…un grito y todo se acaba. Sale corriendo hacia el armario. Allí está el
peluche de nuevo. Lo esquiva y con las prisas se deja la puerta abierta. Le
persigo con mi peluche en brazos…pensé que mi armario era más pequeño. No
entiendo porque siempre está repleto y desordenado.
Mini Mike Wazoswky. Me vais a perdonar la cursilería, pero es tan mono... |
Ahora
ya no tengo miedo de nada. Es más. Estoy deseando que llegue otra vez la hora
de dormir. He estado ensayando mis gritos para que suenen más aterradores. Sé
que ellos los necesitan. Lo he visto. Los almacenan en una especie de latas de
refresco. Todos los días les reglo un aullido diferente para que se vayan
contentos y vuelvan a la noche siguiente. Me encanta seguirles hasta su mundo.
Tiene tanto colores…pero lo que más me gusta es lo felices que son todos los
monstruitos que habitan en él ¡Quiero espachurrarlos a todos! No lo puedo
evitar. Cada vez que vuelvo a mi cama después de haber visitado su mundo, soy
un poquito más feliz. A veces, incluso, me da la impresión de que aquello es
como mi propia casa. Es tan real que llega a confundirme. Aunque ojalá la
realidad fuera tan naranja, tan azul, tan morada, tan verde, tan amarilla…ojalá
todos los sustos provocasen la misma felicidad.
Definitivamente.
He decidido que me encanta pasar miedo…que diga: ¡pasarlo de miedo! Yo también
quiero estudiar en Monstruos University. Aunque el listón está muy, pero que muy alto.
Una puerta a la felicidad Trailer en español |
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