127 HORAS (2010) DANNY BOYLE
Reparto: James Franco, Amber Tamblyn, Kate Mara,Kate Burton, Lizzy Caplan, Clémence
Pocéy.
Valoración: 9 / 10
94 MINUTOS DE ANGUSTIA
Por Lucía Pérez García
Primer día: a Danny Boyle se le
ocurre llevar a la gran pantalla la historia de Aron Ralston, un aventurero
norteamericano que quedó atrapado durante cinco días en una grieta en las
montañas de Utah. Una historia, pues, basada en hechos reales y, por tanto, chorreante
de autosuperación. Confianza en el hombre, como a él le gusta.
Segundo día: quiere hacerla real, tan
real que nos atrape, literalmente, en la claustrofóbica grieta del inmenso
desierto de Utah. Tan real que nos haga sentir la inmovilidad, la soledad, el
frío, el dolor, el hambre, la sed, el miedo…tan real que lleguemos a
plantearnos el sentido mismo de la vida, si de verdad merece la pena luchar por
sobrevivir. Tan real que veamos llegar la muerte, despacito, sigilosa…y dudemos
de sus intenciones. No quiere llevarnos, quiere que nos quedemos allí, quietos,
mirándole a los ojos y viendo como disfruta de nuestra angustia.
Tercer día: y realmente lo consigue.
A base de una fotografía extrañamente onírica y casera a la vez, mezcla de
documental y paranoia. De un montaje psicodélico e inquietante. De una música
no menos característica que se envalentona en los momentos más tensos y
dramáticos, como si la cosa no fuera con ella. Por un lado, el horror y la
desesperación y por otro, el viva la vida de unos acordes que invitan al baile
discotequero. De un sonido que perfora el tímpano y pulsa los nervios del más
templado. De una realidad, por así
decirlo, de otro mundo, pero tan cercana a nosotros que nos recuerda que
estamos inmersos en ella y que no hay vuelta atrás, porque ya no hay salida…estamos
atrapados.
Cuarto día: sin más, James Franco.
Tiene que sobrevivir para que lo hagamos nosotros. Taréa dificil visto lo
visto. Sin embargo, pese a llevar encima, no solo el peso del desesperante
pedrusco, sino el de toda la película, devora cada plano como si de aquellos
bocados dependiera su vida. Un trabajo increible que incluso hace de las
escenas a lo Bruja de Blair no se
hagan insoportables. Es más, llegan a gustarte; sobre todo el humor y la ironía
del hombre que no se quiere dar por vencido. Genial su resignación. Genial la
entrevista que se hace a sí mismo. Geníal su rostro demacrado. Genial su
paciencia. Genial su impotencia que no llega a serlo nunca. Genial los primeros
planos de un rostro que no solo transmite, sino que te mira fijamente, te
hipnotioza y se termina adueñando de tus sentimientos hasta ahogarte. Te
exprime al máximo hasta que acaba con tu aguante. Y aun así, allí sigues, pegado
a la pantalla, que ha dejado de ser pantalla para ser una ventana a la
realidad.
Quinto día: no hay palabras.¡Dios mío! Tan solo ANGUSTIA. Es imposible librarse del dolor. Pero ahí esta Boyle
para consolarnos. Quería mostrarnos la realidad del hombre y demostrarnos que
existe la fe. Una mirada al cielo: gracias...
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