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miércoles, 16 de marzo de 2016

CRÍTICA TRES COLORES: ROJO, "TROIS COULEURS: ROUGE" (1994)

19:57:00 0 Comentarios
Y AL FINAL, FUE ROJO
Por Lucía Pérez García 



El rojo es el color con el que se corrige. En este caso no hay nada que corregir. Es un color necesario. Llamativo, relajante, misterioso, difuso, pasional y fraternal. El color que cierra el círculo. La botella, al fin, cae en el contenedor de vidrio. 

El perfil de Irène Jacob y una pompa de chicle. Recuerdo de lo efímero que no cae en el olvido. Deja de ser pasajero para hacerse eternamente cine en nuestros ojos, ahora tricolores. Fue un terrón de azúcar. Fue una escultura de yeso. Ahora es una burbuja llena de aire. La lágrima está aquí y en todas partes. Azul como agua de piscina. Blanca como emoción largamente buscada y encontrada en un gesto. Roja como un momento en el que sin querer se te escapa al saber que todo acaba en el rojo. 


La historia de cómo un perro y un teléfono indiscreto derivan en un cuento frustrado de amor pasado, reflejo y espejo de un cuento frustrado de amor presente. De cómo una chica que se hacía fotos mascando chicle es testigo de la misma emoción de tres formas diferentes. Por vecindad, por fraternidad y por propio protagonismo. De como nosotros, que venimos de vuelta en el mundo de las tonalidades hipnóticas, respondemos a todas las historias atando cabos de distinto color. El nudo final que todo lo une, es un nudo marinero y es rojo.


Si mezclo los tres colores en mi cabeza y pienso en la música que Preisner le puso a cada uno, un fotograma se alza sobre todos: el de Julie deslizando el dedo por el pentagrama. Si abro los ojos y los cierro de nuevo, seguramente, veré un perfil sobre una tela roja ondulante, y una pompa que nunca explotará. Nunca he sido capaz de dejar la mente en blanco, aunque por Kieslowski, lo intentaré hasta que acabe consiguiéndolo. 


 

Azul, blanco y rojo. Soplo una obra maestra es capaz de agotar a su autor.  

Valoración: 8.5 / 10 

TRES COLORES: ROJO, “TROIS COULEURS: ROUGE” (1994) 
Director: Krzysztof Kieslowski 
Reparto: Irène Jacob, Jean-Louis Trintignant, Jean Pierre Lorit, Frédérique Feder, Samuel Le Bihan, Marion Stalens, Cécile Tanner, Juliette Binoche, Julie Delpy, Benoît Régent, Zbigniew Zamachowski. 
Género: Drama 
Duración: 99 min.




 

martes, 15 de marzo de 2016

CRÍTICA TRES COLORES: BLANCO, "TROIS COULEURS: BLANC" (1994)

20:39:00 0 Comentarios
BLANCO, A PARTES IGUALES
Por Lucía Pérez García 





Toca escribir en blanco. Muy diferente a hacerlo en azul. Manda la igualdad. Hay que dejar paso a la comedia, al protagonista masculino y al mismo devenir para la chica. Tres colores, tres chicas, no habría sido igual. Tres colores, tres dramas, tampoco. Y si el blanco no hubiera estado cargado de significado y belleza, tampoco habría sido lo mismo. Quedaría solitario entre dos obras hermosamente profundas. Eso no sería igualdad. 

Kieslowski no tenía miedo al blanco. Julie Delphi es el círculo negro sobre el fondo blanco de Zbigniew Zamachowski, salido directamente de la pintura de Malevich. Suprematismo de un Kieslowski que nos libera del lastre del mundo de las cosas y nos regala arte. Si antes fue el azul Binoche como trasunto imaginario del azul Klein. Ahora es el blanco Delphi-Zamachowski a partes iguales, el trasunto del blanco sobre blanco y el negro sobre blanco, sucesivamente, con una superficie matérica y una abstracción lírica que no dejan indiferente. Le dejan a uno blanco. 



El blanco es el más europeo de los tres colores. Quizás por aquello de ser en sí mismo una acumulación de todos. Kieslowski nos mira con cara de director polaco. Recuerda sus años de “cinema of moral anxiety”. Nos cuenta que en toda Europa existen los mismos problemas que en su país. De Francia nos traslada a Polonía. Y entre medio son engaña con patrañas graciosas vestidas de blanco. Como no puedo poner la mente en blanco me imagino Extraños en un tren. Presentaciones en el metro. Un tren subterraneo. Uno por otro, con muerte pactada. Cambien al maestro del suspense por el pintor de la bandera francesa. Varien el tono y echenle un poco de gracia melancólica. La fómula resulta de un blanco impecable. 


Yo, que en muchas ocasiones temo al blanco, tan solo temía no llegar al rojo debido a una muerte estética por acumulació de gran cine. Y al final sobeviví gracias al simpático blanco. Por algo los payasos se pintan la cara de ese color. El absurdo como contrapunto de la intimidad anterior. Tocar música imaginaria con un peine y un pañuelo. Viajar incrustado en una maleta y aparecer en un basurero nevado. Mafias y engaños.Y una lágrima como guinda sobre un pastel de color nata. Esta vez no por el agua. 
El blanco también se puede escribir en el aire. Y con gestos como los de la Dominique de Delphi acabo esta dedicatoria al segundo color, que para mi ocupa el tercer lugar. Pobre blanco, direis. No. Tres cajones tiene un poium. Los tres de un honor extraordinario.  


Como extraordinario es el placer de acariciar una escultura de yeso y bailar el tango de Preisner.



Valoración: 7 / 10 

TRES COLORES: BLANCO, “TROIS COULEURS: BLANC” (1994) 
Director: Krzysztof Kieslowski 
Reparto: Zbigniew Zamachowski, Julie Delpy, Janusz Gajos, Jerzy Stuhr, Grzegorz Warchol, Jerzy Nowak, Aleksandr Bardini, Cezary Harasimowicz, Jerzy Trela, Juliette Binoche, Florence Pernel. 
Género: Drama, comedia. 
Duración: 92 min.


 

viernes, 11 de marzo de 2016

CRÍTICA TRES COLORES: AZUL, "TROI COULEORS: BLEU" (1993)

20:20:00 2 Comentarios
EL COLOR MÁS MUSICAL
Por Lucía Pérez García





 
Me gustaría poder escribir una crítica azul. Alejada de tintas de bolígrafo o tonos de fuente. Yo quiero escribir con el mismo color con el que Kieslowski filmó el primer capítulo de su trilogía. Con el mismo con el que el autodidacta Zbigniew Preisner compuso la “Canción por la unificación de Europa”. Con ese con el que Juliette Binoche salía de la piscina y no lloraba. Era el agua.


Seguramente no lo consiga. Demasiadas palabras. Querría que al pasar tu dedo por la pantalla aparecieran las líneas en tu cabeza. Como al pasar el dedo por el pentagrama la música brotaba en el cuerpo entero de Julie y se traspasaba al nuestro. La vía de transmisión metadiegética debía ser, sin duda, azul. Yo aún sigo buscándolo. 



Doy libertad a mis pensamientos para que naden hacia el fondo y vuelen hacia el cielo. Se abandonen a sí mismos para alcanzar su plena consciencia y su autorrealización. Libertad. Si alguna vez la imaginé antes de ver esta película, tenía un color diferente. Ahora es indiscutiblemente azul. La luz deja de ser transparente porque mis ojos la miran de otra manera. Eso es lo que quiero describir. Como un trozo de tela teñido intenta escapar del mástil y unirse al viento para que un director polaco lo invente y lo convierta en cine. Para que el mismo Kieslowski, tantos años unido al movimiento moral de su tierra, amplifique su lente, la misma con la que contaba las realidades del este, y escale en busca del azul universal. Un azul que no se encuentra en ninguna parte, sino en todas, y se focaliza en la mirada de Julie Vignon. Una vez un artista creó el azul Klein. Una vez un cineasta creó el azul Binoche.


Hace unos años Estuve en Lodz (Polonia) buscando el azul en la misma entrada de la escuela en la que Kieslowski sembró su primera semilla de celuloide. No tenía zlotys y no me dejaron entrar. Los euros no eran suficientes. Los bancos estaban lejos. El tiempo corría (tenía que irme a correr) en mi contra. Quizás por eso, a día de hoy, no sea capaz de escribir en azul. La próxima vez lo intentaré con el blanco.

Quise absorberlo todo como un terrón de azucar. Es imposible de una sola vez. Ahora tengo la oportunidad de volver a ver ese mismo azul, pero en grande. Como no pude hacerlo cuando con solo ocho años Spielberg y los dinosaurios lentraron en mi vida. Afortunadamente no en la de Juliette Binoche.

Valoración: 9 / 10 

TRES COLORES, AZUL, “TROIS COULEUR: BLEU” (1993) 
Director: Krzysztof Kieslowski 
Reparto: Juliette Binoche, Benoît Régent, Florence Pernel, Charlotte Vêry, Hélène Vincent, Philippe Volter, Claude Duneton, Emmanuelle Riva. 
Género: Drama. 
Duración: 98 min.