Por Lucía Pérez García
No hay silencio más ruidoso que el de la duda:
Por eso Shusaku Endo tituló así una novela de la que Scorsese no pudo más que respetar cada palabra, imaginando un grandísimo guión.
Por eso la película ha terminado saliendo a flote después de tantos años de incertidumbre.
Por eso el sonido ambiente es parte esencial.
Por eso la música de Kim Allen y Kathryn Kluge es omnipresente en su casi inexistencia.
Por eso el paisaje abruma.
Por eso el mar y sus olas.
No hay silencio si sabemos escuchar:
Por eso habla la naturaleza, y hasta una simple existencia.
Por eso la paciencia.
Por eso Kichijiro. Porque Dios nos pone a prueba.
Por eso los personajes se consumen –física y psicológicamente- en su ignorancia.
Por eso las terribles y explícitas torturas.
Por eso no percibimos la música cuando ÉL se manifiesta.
Por eso el sutil y a la vez explícito paralelo con la Pasión.
Por eso la confusa actuación de Andrew Garfield (más floja, pero más profunda que en Hasta el último hombre).
Por eso la angustia y la desesperación.
Por eso las casi tres horas de película. Escuchar requiere su tiempo.
Por eso Scorsese no ha hecho una película divertida y para todo el mundo (como El lobo de Wall Street), ni una película excelente y perfecta, sino una obra solo apta para aquellos dispuestos a entregar los sentidos. A ver el verdadero sentido.
Y después ¿qué?
Aunque nadie lo sepa, incluso aunque tú mismo no te hayas dado cuenta, Dios sabrá si has escuchado. Pon atención y ten fe, porque ese Silencio te ayudará a soportar el mayor de los tormentos imaginable. Escucha. Porque estará donde menos te lo esperas.
Valoración:
8.8 /10
SILENCIO “SILENCE”
(2016)
Director:
Martin Scorsese
Reparto: Andrew
Garfield, Adam Driver, Liam Neeson, Ciarán Hinds, Issei Ogata, Tadanobu Asano,
Shin'ya Tsukamoto, Ryô Kase, Sabu (AKA Hiroyuki Tanaka), Nana Komatsu, Yôsuke
Kubozuka, Yoshi Oida, Ten Miyazawa
Novela: Shusaku
Endo
Género:
Religión, drama.
Duración: 159
min.
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