Reparto: Idris Elba, Naomie
Harris, Tony Kgoroge, Riaad Moosa, Jamie Bartlett, Lindiwe Matshikiza, Terry
Pheto, Deon Lotz, Mark Elderkin, Michelle Scott.
Valoración: 7 / 10
JUSTIN CHADWIK TENÍA UN SUEÑO
Por Lucía
Pérez García
Nelson
Mandela tenía un sueño y no le importó contarlo, porque sabía que iba a hacerse
realidad. Tan enorme era el sueño.
El
cine, directamente, es un sueño. Cada oveja con su pareja. Un sueño lleva a
otro. Y la realidad se hizo ficción. Por cuadruplicado: Mandela de Danny Glover, Invictus de Clint Easwood, Plot for Peace de Carlos Agulló y Mandy Jacobson y Mandela: del mito al hombre, de Justin
Chadwik.
Pero
los sueños, sueños son y no siempre resultan del todo satisfactorios. Del sueño
a la pesadilla hay poco. Hay que andarse con cuidado: elegir las partes del
sueño que realmente sean dignas de ser contadas, buscar un Mandela
que haga olvidar el rostro del verdadero y no caer ni el mito ni en la crónica
rosa.
Justin Chadwik (Las
hermanas Bolena) parece ser un buen soñador. Pero tanto ha querido soñar
que casi nos hace soñar a nosotros...ha querido contarnos la vida política y
personal de Madiba. Desde el ritual de paso de la infancia a la madurez, sus
inicios como abogado, su ingreso en el ANC (African National Congress) y sus
historias con las mujeres; ha su lucha contra el apartheid, su estancia en la
carcel y su elección como presidente. Y todo ello, en 139 minutos. Eso si que
es un sueño.
El sueño de
Chadwik se alarga. Se detiene demasiado en la primera parte de la biografía
para luego hacer correr los años a través de letreros que, como ovejitas, van
saltando etapas del sueño sin siquiera pararse a mirar el paisaje. Y cuando el
sueño llega a la fase más importante, suena el despertador y le entran las
prisas. Tanto soñar para montar unas elecciones a la carrera y casi de forma
estática, a base de fotogramas acompañados de música. Aunque bien cierto es que
a veces los sueños son solo imágenes que luego reconstruimos cuando estamos
despiertos y nos parecen más vivas.
Pese a ello, el
director demuestra que tiene buen ojo. Casi tan bueno como el de Clint Easwood.
Cuando nosotros soñamos a Mandela vemos a Morgan Freeman. Es inevitable. Si nos
ponen otra cara creeríamos que estamos soñando otra cosa. Sin embargo Idris Elba se ha colado en nuestra mente y nos ha cambiado
los esquemas. Desde ahora, Mandela tiene dos caras: el presidente bonachón Freeman,
y el mujeriego y luchador Elba.
Y al final del
sueño, después de tanta revolución, después de tanto sufrimiento, llega U2 y nos
despierta ¡Y qué despertar! ¿Lo mejor de la película? juzguen ustedes mismos: U2: Ordinary Love - final de la película ¡sin spoilers!
Como dices si Mandela no estuviera tan de moda esta película no hubiera tenido ningún éxito y para que digas que lo mejor de la película es la canción final es que no tiene tan buena pinta como me esperaba =)
ResponderEliminarTotalmente. La película no es que esté mal, lo que pasa es que se hace un poco larga. Se detiene mucho en lo mismo y luego al final se pone a correr. Es como si el director hubiera dicho ya me he cansado vamos a terminarla ya. Ahora, la canción me encanta!
EliminarSi tengo tiempo libre la vere, pero la verdad es que no me atrae mucho =(
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