miércoles, 9 de octubre de 2013

# absurdo # comedia

CRÍTICA LAS BRUJAS DE ZUGARRAMUNDI (2013)

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMUNDI (2013), ALEX DE LA IGLESIA

Reparto: Hugo Silva, Mario Casas, Jaime Ordóñez, Carmen Maura, Terele Pávez, Pepón Nieto, Secun de la Rosa, Carolina Bang, Carlos Areces, Gabriel Delgado, Macarena Gómez, Enrique Villén, María Barranco, Javier Botet, Manuel Tallafé, Santiago Segura, Alexandra Jiménez, Javier Manrique.

Valoración: 6 / 10

HABERLAS, HAYLAS…
Por Lucía Pérez García

Buenas, malas y regulares; feas y guapas; monstruosas o impecablemente femeninas. De todo hay en la viña del…demonio. Una viña que debe de dar muy buenas cosechas porque, como dice Mario Casas, un aquelarre es como una botellona, pero medieval. Es decir, una especie de tiaso báquico en versión moderna lleno de ménades enloquecidas que se divierten descuartizando hombres y devorando sus entrañas. Cualquiera se atreve a ir de turismo enológico por estos lares…
Lo malo es que a veces el turismo no se hace por placer, sino por casualidad. Y casualidades de la vida quisieron que dos ladrones fueran a dar con sus huesos en el mismísimo infierno. Y cuál fue su sorpresa al comprobar que el demonio no era el gran cabrón (que así se le llama en el arte a este bicho) que pintaba Goya, sino una diablesa, que da mucho más miedo, porque las mujeres, si quieren, pueden ser más malas que el hambre. En cambio el hombre, cuando tiene hambre, come y se echa una siesta, porque es el rey de la selva.
Esto no es nada nuevo. Si te paras a mirar detenidamente los detalles de la decoración de una catedral románica o gótica, encuentras mujeres por todas partes aludiendo a los pecados capitales. Es más, si te fijas bien en el techo de la Capilla Sixtina, verás que la serpiente que le ofrece la manzana a Eva tiene rostro de mujer. Y así sucesivamente. Para el mundo, al mujer siempre ha sido una criatura sibilina, astuta y malvada; pero, de repente… ¡La Virgen! La historia dio un giro y las pocas brujas que quedaban fueron a  esconderse a la oscuridad de una cueva recóndita, dígase: Salem, Eastweek, Springfield, Canal 47 o Zugarramundi.
Muchos años después, un tal Alex de la Iglesia (vete tú a saber de que iglesia), viene a sacarlas de su escondrijo; un escondrijo que bien parece una pintura de Goya, donde el negro domina sobre todos los colores, las figuras y las almas se deforman y desfiguran, y los ojos brillantes nos miran desde la locura. Y una vez liberadas, ¡Qué Dios nos coja confesados!
Dice el director que siempre ha sentido que las mujeres tienen el poder y que los hombres están en inferioridad de condiciones. De ahí que ellas sean unas brujas malas medio satánicas y ellos unos tontunos…pero después de todo, ni ellas son tan malísimas como las pinta ni ellos tan idiotas. Es más, ellas tienen su corazoncito y su gracia; y ellos en el fondo son unos inocentones y unos buenazos. Total, que es todo un batiburrillo de cosas que se acaba liando más de la cuenta. Un caos.

Con sus más y sus menos, sus sorpresas y sus situaciones predecibles, sus momentos cómicos y no tanto, según el gusto del consumidor; sus idas, venidas, vueltas y revueltas; y un reparto sorprendente, Alex de la Iglesia arma la de San Quintín, si es que cabe nombrar aquí a un santo. El éxito de taquilla está asegurado, en primer lugar, por las quinceañeras (y las no tan quinceañeras) que vayan a ver a Hugo Silva y a Mario Casas y, en segundo lugar, por la excelente campaña de publicidad que han llevado a cabo los responsables de la promoción de la película. Yo la he visto, y eso que no soy muy de cine español. La razón, a saber, será que las brujas me han lanzado un conjuro. Seguro que a ti también. Y sinó, tiempo al tiempo.

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