Reparto: Elijah Wood, John Cusack, Alex Winter, Kerry Bishé,
Allen Leech, Tamsin Egerton, Dee Wallace, Mino Mackic
Valoración: 8.5 / 10
UNA
MELODÍA DISONANTE
Por
Lucía Pérez García
Desde la
obertura hasta el último compás, Eugenio Mira compone una partitura disonante
en tempo real, a ratos brillante y a ratos dolente, pero con molto brío y gran bravura.
Si la clave
indica la altura de lo que está escrito en la partitura, solo con ver los
créditos iniciales nos podemos hacer una idea de la maestría visual de la
misma: ángulos como tonos imposibles, imágenes desenfocadas y desafinadas, pantallas
partidas en compases de 2x1, planos como corcheas, movimiento allegro, allegrissimo
y ningún silencio.
La tensión
constante de la perfección obligada se percibe en todo momento en la expresión
de un Elijah Wood de eterno ceño fruncido, cuyos dedos corren por el teclado a
una velocidad endiablada, haciéndonos creer que son ellos los que realmente
están tocando. Pequeñito como un hobbit, pero actor de gran altura. El problema
es que tanta perfección no es verosímil. Un pianista, por muy maestro que sea,
no es un artista de circo. Pero no pasa nada porque, como el mismo dice: si te
equivocas en una nota, el público no se da cuenta.
John Cusack,
convertido en una misteriosa voz en off, cede su cuerpo a un pinganillo orejero
y a un puntero láser, igual que Kiefer Sutherland se lo prestaba a un teléfono
en Última llamada. Solo aparece en el
momento preciso, aunque dicho momento no es precisamente el mejor, ya que queda
emborronado por la fastidiosa y repetitiva cancioncilla interpretada por la
mujer del protagonista (Kerry Bishé).
Más allá de la
música, la potencia visual y el montaje, Grand
Piano es una película bastante predecible y algo pillada de argumento, pero
no por ello deja de ser una pequeña obra maestra, al menos en el aspecto
formal. Pasen, vean y deléitense con la melodía.
Coincido en lo de predecible y en el misterio que aporta la voz de Cusack, muy buen punto.
ResponderEliminarTécnicamente me parece impecable, con una fotografía sublime y música insinuante.
Muy buena review. Saludos!