Reparto: Israel Broussard,
Katie Chang, Emma Watson, Leslie Mann, Taissa Farmiga, Erin Daniels, Nina
Siemaszko, Gavin Rossdale, Stacy Edwards, Maika Monroe, Claire Julien, Joe
Nieves, Halston Sage, Paris Hilton
Valoración: 5 / 10
¡PERO QUÉ FUERTE, TÍA!
Por Lucía
Pérez García
El
resultado final de The Blig Ring deja
mucho que desear, y más teniendo en cuenta que el tema es atractivo, que los
actores están bien dirigidos-atentos al cambio de Emma Watson- y que es una
ocasión ideal para lucirse con el vestuario, el maquillaje y el atrezzo. Pero lo
que empieza siendo una historia entretenida e intrigante, por no decir morbosa,
termina convirtiéndose en una especie de tostón fhasion sobre adolescentes
desfasados a los que te apetecería darles un buen escarmiento para que
espabilen de una vez. Porque no es lo mismo ser un espabilado que espabilar.
Más
cercana casi al documental y al reality que al largo de ficción, y algo confusa
en cuanto a los roles de los personajes –no acabo de ver claro quien es el
verdadero cabecilla de la banda-, la señora Coppola (Las vírgenes suicidas, Lost in traslation) nos introduce en el
mundo actual, en la sociedad de masas. Viendo el comportamiento de estos
jóvenes te das cuenta que no está muy alejado de lo que podemos ver hoy en día
por la calle. Quizás no tan a la californiana, pero en todo el mundo los
adolescentes, y los no tan adolescentes, presentan los mismos síntomas, los
cuales derivan de los mismos problemas:
PROBLEMA
Nº1: LAS REDES SOCIALES: Cada mañana, milllones de personas le dedican los
primeros segundos del día al movil: Que tengaís un buen día (como si de verdad
le importase que el resto del mundo fuera feliz), hoy me he levantado con la
pierna izquierda (ok), me estoy poniendo mis zapatillas nuevas (enhorabuena),
voy a tomarme un café (ojalá se te derrame encima del movil), estoy saliendo
por la puerta de mi habitación, jajaja (me parto de risa)… y así sucesivamente hasta
que se vuelven a acostar por la noche, con fotos incluidas de cada detalle y
comentarios en riguroso directo de cada anodino y absurdo acontecimiento.
¿Dónde quedaron aquellos diarios que traían un candado y unas llaves para
preservar la privacidad? Han sido sustituidos por móviles de última generación
cuya mayor contradicción es tener una contraseña para desbloquearlos. ¿Qué más da que alguién vea su contenido si antes
ya lo han visto millones de personas por Twiter, Facebook, Tuenti, etc…en vivo
y en directo?
En
la película, los niños se pasean por las propiedades de los famosos como Pedro
por su casa, sin tener en cuenta la seguridad –que, por otra parte, parece ser
que no es mucha-. Y lo peor de todo es que se hacen fotos que luego distribuyen
por las redes sociales, presumiendo de que han estado en la casa de tal o cual
famoso y poniendo frases provocativas ¿De qué sirve hacer cualquier cosa si el
resto del mundo no lo sabe y da su reconocimiento? Sin embargo, olvidan que
dentro de ese resto del mundo también existen la ley y la ética.
PROBLEMA Nº2: LA MODA: Hay que vestir así, y punto. Si no
lo haces, corres el peligro de ser mirado, remirado y criticado por ir en
contra de los preceptos de la moda. ¿Cómo se te ocurre ser tú mismo? ¿Cómo se
te ocurre comprar ropa barata? Hay quienes son capaces de gastarse el sueldo de
todo un mes en unos zapatos, un bolso o, lo que es peor, en un collar para el
perro con cristales de swarovsky. Qué más da el esfuerzo que haya puesto tu
padre, tu madre para ganar ese dinero. Si está ahí, si puedo tocarlo, hay que
gastarlo, y luego pedir más porque no tengo. Hay que vivir al día. También
están los que se gastan su propio dinero y después se quejan de la crisis, pero
claro está, van a las manifestaciones divinos de la muerte, no vaya a ser que
el reportero de turno les saque con malas pintas.
Los niños de The
Bling Ring, tienen que vestir a la última y con las mejores marcas: Miu
Miu, Chanel, Prada…y si para ello tienen que robar, pues roban. ¿Para qué
trabajar si puedes robar al vecino? ¿Para qué esforzarse si lo tienes al
alcance de la mano? Algo así bien se merece una campaña como la de “No a la
drogas”. Y por si fuera poco, en la página oficial de la película se pueden
comprar las prendas que aparecen en ella. E imagínense ustedes los precios…
vale que se haga publicidad de las marcas que han participado en la producción,
pero no creo que sea muy acertado apoyar este tipo de consumismo entre la
población normal.
PROBLEMA Nª3: LA FAMA: ¿Quién no ha soñado nunca con ser
famoso? Todo el mundo, sin excepción, ha buscado alguna vez el reconocimiento
en alguna actividad. La diferencia es que mientras que unos lo hacen a través
de su trabajo, otros, lo hacen a través de la tontería, como es el caso de los
niños susodichos. ¿En serio a alguien le gustaría ser como Paris Hilton o
Lindsay Lohan? Me parece muy, pero que muy triste. Solo hay que el gusto a la
hora de decorar de Paris Hilton para comprobar el tipo de persona que es. Creo
que alguien cuya casa es un monográfico sobre ella misma, cojines incluidos, no
es un buen ejemplo para nadie. Y menos aún una chica que ha estado yo que sé
cuantas veces en la cárcel. Y luego se ríen porque encuentran una carta de amor
en la casa de Orlando Bloom. El más normal de todos, y pretenden dejarlo en
ridículo. Así nos va. Incluso aquí nos enseñan cómo hay madres que alientan a
sus hijas a ello –quizás esto sea más cosa de las americanas, pero las hay en
todo el mundo, a su manera- ¿En serio puedes pretender educar a tus hijas
poniéndoles como ejemplo a Angelina Jolie?
PROBLEMA Nº 4: LAS DROGAS, LA JUERGA Y EL ALCHOOL: este
tema sí que está a la orden del día, por lo que tengo mucho que decir. Haya
cada uno con su salud y su vida. Si de verdad creen que así van a conseguir ser
alguien, están muy equivocados. Bueno,
quizás consigan ser unos buenos enfermos.
Porque realmente estos niños lo que están es enfermos de la fama por la
fama.
En fin, que así está la cosa y así nos la enseña Sofía
Coppola. Quizás la reflexión haya sido algo exagerada y más cosa mía que de la
directora, pero la película bien lo merecía ya que de otra forma no tenía mucho
más que comentar. A algunos les gustará la música. Sin más.
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