domingo, 21 de abril de 2013

# drama # Matt Damon

CRÍTICA TIERRA PROMETIDA, "`PROMISED LAND" (2012)


TIERRA PROMETIDA, “PROMISED LAND” (2012) GUS VAN SANT

Reparto: Matt Damon, John Krasinski, Lucas Black, Frances McDormand, Rosemarie DeWitt, Hal Holbrook, Titus Welliver, Tim Guinee, Scoot McNairy.

Valoración:7 / 10

E=MD2
Por Lucía Pérez García

Si este hombre fuera una fórmula matemática sería, sin duda, la de un genio: E=MD2, donde E es igual a ESPECTÁCULO, M es igual a MATT y D es igual a DAMON. Y, por supuesto, al cuadrado, porque la capacidad de este actor, guionista, productor…y quien sabe cuántas cosas más (y cuantas cosas menos por falta de tiempo, porque el tiempo es relativo, pero no eterno), deja a su indomable Will Hungtin en calzoncillos.
En este caso, produce, escribe (junto con su compañero de reparto John Krasinsky) y protagoniza una historia que en estos tiempos sonará familiar a más de uno: la de la difícil relación del progreso con la naturaleza. Antenas de móviles cancerígenas, centrales y cementerios nucleares radioactivos y ahora,  pozos de gas natural contaminantes. En realidad es lo mismo. Todos están en la lista negra del Greenpeace y todos provocan las mismas polémicas. Ni contigo, ni sin ti. Y detrás, o delante, de toda esta parafernalia verde que te quiero verde,  otra historia, la del hombre que lucha entre el dinero y la moral. Dos dilemas, pues, a la orden del día, que pretenden hacernos reflexionar.
El reparto, no siendo para nada llamativo a primera vista, Matt Damon a parte, roza cotas de gran calidad. Son impresionantes los primeros planos de un Hal Holbrook cuya sinceridad a la hora de exponer sus argumentos es tan transparente como su mirada. También es destacable el trabajo de Frances McDorman, que pone una nota de humor, y de John Krasinsky, que de tan insoportable que es su personaje llega a parecer mediocre, pero que de mediocre no tiene nada.
Es curiosa la presencia de Danny Elfman, incondicional de Tim Burton, para componer la música de una película cercana al western. Pero su capacidad de adaptación a cualquier género y la más que satisfactoria experiencia al lado del director Gus Van Sant y de Matt Damon en El indomable Will Hunting, con la que consiguió una de sus cuatro nominaciones al Oscar; hacen de él una elección acertada. No será una música para recordar, pero es la más adecuada.
Si hay que poner alguna pega, es el extraño giro del guión (porque nadie es perfecto) al final de la cinta. Cierto es que le da un puntillo de interés a una historia algo plana, pero los giros de 360º a veces pueden resultar peligrosos. Mejor limitarse a los 180º que arriesgarse a salirse de la curva. Aun así, la trama no se desmorona y es que la Fórmula Damoniana ocurre como en las matemáticas, que el orden del producto no altera el resultado.

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